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Este es un artículo de Opinión.
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[author] [author_image timthumb=’on’]https://180grados.digital/wp-content/uploads/2022/12/Carlos-Aurelio-Gonzalez.jpg[/author_image] [author_info]Carlos Aurelio González: Dirigente cívico, cultural y social montenegrino con una amplia trayectoria. Fundador de la Asociación de usuarios de Servicios Públicos de Montenegro en 1.988. Creador de la Asociación de Juntas de Acción Comunal -Asocomunal- en 1.990. Director del plegable Cátedra Cultural.[/author_info] [/author]
Como consecuencia negativa de la privatización de los servicios a nivel nacional en varias ciudades, hace dos décadas, el neoliberalismo en moda, llevó a la negociación del alumbrado público en Montenegro con el impuesto que crea para pasar a una empresa particular de unos tulueños amigos del alcalde Luis Alberto Castaño, perdiendo el municipio el control de redes, lámparas, y otros elementos de esa infraestructura millonaria, creada en largos años de existencia.
Hoy, nos encontramos con altas tarifas, el doble de los costos de otros municipios como Calarcá, denuncia hecha por los lideres del Comité por los Servicios Públicos. Asimismo, alumbrado en mal estado, sin cobertura suficiente, anticuada y una administracion inoperante de Electroingeniería Tuluá.
El pueblo montenegrino se sigue preguntando cómo se ha beneficiado el común de los usuarios y las finanzas de la Administración Pública de ésta situación de carestía y corrupción? La respuesta conocida por los ciudadanos es que esto solo ha favorecido a los intereses económicos de una rosca enriquecida de inversionistas foráneos vallecaucanos y sus amigos apoderados del gobierno municipal durante veinte años.
Es el momento histórico de levantar la dignidad de los usuarios y exigir la devolución de la infraestructura del servicio de alumbrado público, para ser administrado por la Administración local en otras condiciones que permitan crear un buen servicio moderno con lámparas led, cobertura amplia, tarifas justas y manejo cero corrupción. Esto es posible y es el momento oportuno de la autonomía municipal.
La nueva propuesta es la presentación de un proyecto de acuerdo para aprobar la prolongación de un contrato nuevo de concesión por diez años más, entregando a la misma empresa Electroingeniería Tuluá. Propuesta de la actual administración pública, apoyada por algunos concejales con intereses económicos creados.
Esta extensión del contrato satánico es un acto de corrupción que debe ser investigado por el Gobierno central y sus entes fiscales, administrativos y penales, dentro del nuevo espíritu de cambio.
Esperamos que no se repitan los errores del pasado por desconocimiento de las negras consecuencias. Montenegro es capaz de asumir la responsabilidad de administrar sus propios servicios públicos de alumbrado de calles, su aseo y barrido de vías y continuar luchando por un competente servicio de acueducto y alcantarillado. Montenegro merece un mejor futuro y sus buenos hijos debemos dárselo.
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