Joven podría perder la vista por retraso en traslado a clínica especializada

Familiares de Heydi Daniela Soto claman por traslado de la joven que podría perder la vista al no ser llevada a una clínica especializada.

Desde el 11 de febrero, Heydi Daniela Soto ha perdido más que la visión. Debido a la espera para ser trasladada a una clínica especializada para una intervención quirúrgica en un uno de sus ojos, ha perdido también la esperanza de poderla recuperar luego de un accidente de tránsito que le hirió su rostro.

De acuerdo con su suegra, Glenda Alexandra Vargas, a la joven de 19 años se le incrustó en uno de sus ojos el espejo de la moto en la que viajaba por lo que inmediatamente fue llevada a la Clínica Central del Quindío.

Según Glenda, la atención por parte de esta IPS ha sido poca, toda vez que no han sido oportunos con la limpieza y han tenido reparos con la realización de algunos exámenes, pues quien debe pagarlos es el SOAT, el cual al parecer no tiene convenio con alguna clínica oftalmológica.

De manera privada, familiares de Heidy Daniela adelantaron los exámenes correspondientes con los que se pudo determinar que lo que padece la joven es una ceguera monocular, es decir la pérdida súbita de la visión debido a la ausencia de circulación de la sangre en la retina.

Los profesionales médicos le sugirieron una sutura de córnea, sin embargo, la intervención solo puede hacerse en una clínica especializada de alto nivel, pero al parecer y según lo que le ha dicho la Clínica Central a los afectados, es que no hay disponibilidad inmediata.

El retraso para el traslado ha agravado la situación de salud de la joven

“No han ido ni siquiera a hacerle curación. Las veces que yo iba, ese parche blanco que tenía mantenía lleno de sangre (…) mi hijo cada rato iba para que le limpiaran y nunca iban.”, señaló la suegra de la afectada.

Para los familiares de Heydi Daniela, la situación se ha vuelto insoportable toda vez que pronto se cumplen dos semanas del accidente y el ojo continúa en condiciones inadecuadas.

“Ya en estos momentos el ojo no le responde. Ni para un lado ni para el otro, sino que ella ya siente el ojo quieto. A parte de eso, haciéndole la limpieza mi hijo se dio cuenta que ella ya tiene la pupila caída. Ese ojo se ve horrible. Ella necesita esa cirugía de córnea porque no hace más que botar liquido por ese ojo.”, explicó.

¿Falta de disponibilidad o de voluntad?

La familia de Heydi Daniela Soto ha acudido hasta la Superintendencia de Salud para agilizar los trámites, sin embargo, hasta el momento no ha ocurrido nada.

De acuerdo con Glenda Alexandra Vargas, ha podido averiguar por terceros que hay disponibilidad de camas en clínicas como Imbanaco en Cali, sin embargo, al preguntar en la Clinica Central, aseguran que hay una sobreocupación del 200% en esa institución y no la pueden recibir. Lo que deja en tela de juicio quién está diciendo la verdad.

Desde la Secretaría de Salud del Quindío ya se tomaron los datos para conocer de cerca el caso y preguntar directamente qué ocurre con Heydi Daniela, sin embargo, aclararon que la responsabilidad directa es de la Clínica Central y la aseguradora del Soat.

Entre tanto, la Clínica Central del Quindío no respondió sobre el caso. 180 grados digital consultó a la gerente de esta IPS y no halló respuesta sobre la joven de 19 años.

El caso se suma al denunciado el pasado 15 de febrero por la presunta negligencia en la misma clínica de Armenia, en el que un paciente murió, al parecer tras mucho esperar un procedimiento para retirar cálculos renales.

Denuncian presunta negligencia en clínica de Armenia. Paciente murió en procedimiento para retirar cálculos renales

En Armenia, familiares de Jaime Echeverry denuncian presunta negligencia de la Clínica Central de Armenia y EPS Sanitas. Paciente murió.

“Hoy nos tocó a nosotros”, expresa Patricia Echeverry, hermana de Jaime Echeverry de 66 años de edad quien sufrió en carne propia lo que ella señaló como burocracia, desinterés y la demora de algunas EPS y clínicas del país.

De acuerdo con Patricia, hace una semana su hermano fue llevado al Hospital San Juan de Dios de Armenia debido a un cálculo renal. Profesionales de la salud le sugirieron someterse a una Litotricia, procedimiento que utiliza ondas de choque para desintegrar los cálculos.

El procedimiento solo podía hacerse en la Clínica Central del Quindío ya que de acuerdo a su EPS Sanitas, es allí en donde tiene el convenio.

En vista de la urgencia, familiares decidieron pagar una ambulancia medicalizada para su traslado, sin embargo, una vez en la Clínica Central empezó lo que para ellos fue un calvario.

 

Las ‘trabas’ de la atención

Patricia Echeverry explicó que el primer tropiezo sucedió en la unidad de urgencias. A pesar de contar con las imágenes en el teléfono al igual que el reporte de Urotac en donde evidenciaba el cálculo renal a los médicos no le servía.

La clínica nuevamente le ordenó otro examen de Urotac el cual, según Patricia, fue reportado como normal. Pese a eso, debido a que su función renal se encontraba alterada fue dejado en hospitalización en un cuarto particular que su familia pagó porque no había piso.

Sin embargo, pese a pagar habitación, quienes acompañaban a Jaime no encontraron un médico con quien hablar y los especialistas solo pasaban ronda una vez en la mañana.

“Mi hermano estaba presentando mucho dolor y muy edematizado. Rogando una noche le pusieron una dosis de morfina con la que pudo dormir.”, manifestó Patricia.

Tres días después de haber acudido al primer centro asistencial, el urólogo de la Clínica Central le ordenó la litotricia. Sin embargo, según indicó su hermana no hubo más medicamento para calmar el dolor de Jaime. Al parecer tampoco hubo revisión de la saturación ni asignación de otros exámenes médicos que le permitieran conocer su estado de salud.

El paciente, finalmente fue remitido a Pereira para el procedimiento, sin embargo, durante la intervención y luego de padecer tanto dolor sufrió una descompensación y murió.

“Nunca en la clínica le miraron más allá del dolor del cálculo el cual tampoco fue atendido, nadie vio que estaba saturando por debajo de 90%, que estaba con respiración anormal, lo enviaron sin tomarle un electrocardiograma, sin compensarlo.”

 

Qué dice la Clínica Central del Quindío

De acuerdo con la gerente de la IPS, Luz Marina Estrada, en la historia clínica quedó consignada la oportunidad, calidad y pertinencia con el que fueron suministrados los medicamentos y los exámenes para el paciente.

De igual manera, también indicó que Jaime Echeverry fue constantemente monitoreado para saber su estado de salud y la remisión hacia la ciudad de Pereira fue entre los días establecidos. Para la representante del centro asistencial, hubo un buen servicio por parte de los galenos.

No obstante, debido a que el historial clínico es un documento de carácter privado no amplió más información sobre el usuario.

 

La atención frente a estos casos

Cristian Alejandro López, director médico de la Clínica Central del Quindío explicó que los dolores relacionados a un cálculo renal pueden compararse con el dolor de un parto.

De acuerdo al umbral de dolor de un paciente es priorizado el caso y atendido de acuerdo a la urgencia. Es así como antes de sugerir algún procedimiento, previamente se exige una serie de exámenes para determinar el estado del cálculo, la sangre y la orina.

«El tamaño y densidad son criterios importantes para definir si pueden ser expulsados de manera natural o si es necesario hospitalización y cirugía».

López, aseguró que el peligro de padecer cálculos renales está relacionado con la inhibición de la orina, (No poder orinar por alguna condición médica o aguantarse la micción) lo que representa una amenaza grave para la vida debido a la imposibilidad de los riñones para mantener la homeostasis del organismo.

La urgencia dialítica como se conoce el termino, puede desencadenar hipercalemia, un nivel de potasio en la sangre más alto de lo normal; producir encefalopatía urémica, un síndrome orgánico cerebral agudo; o hasta un edema pulmonar causada por el exceso de líquido.

El director médico aseguró que la cínica siempre monitorea este tipo de complicaciones con gasometría arterial y evaluando los signos vitales. Es por eso que ante la presencia de cálculos renales que pueden manifestarse en dolor lumbar intenso, se recomienda asistir a rápidamente a su IPS.

Mientras se define el procedimiento, de acuerdo al nivel del dolor del paciente se suministra distintos medicamentos, desde acetaminofén, dipirona, diclofenaco y hasta derivados de morfina.