2023 será el año más caluroso según la Nasa, temperaturas seguirán aumentado

El aumento de temperatura es progresivo, la Nasa aseguró que el 2023 será el año más caluroso pero no tanto como el 2024.

El fenómeno del Niño no sería el único causante de las intensas temperaturas que se sienten en el país y en el resto del mundo.

De acuerdo con la Agencia Espacial de Estados Unidos –Nasa- los gases con efecto invernadero serían los responsables de la ola de calor que golpea a la humanidad.

En los últimos años el cambio climático ha sido notorio y en cada tiempo se supera así mismo.

Junio y Julio han sido los más caluroso de las últimas décadas según información revelada por el Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la Nasa.

Incluso se estima que el 2024 será peor pues, los gases de efecto invernadero se siguen lanzando a la atmosfera ocasionando una ruptura importante en la capa de ozono.

“Mis cálculos apuntan que hay un 50 % de posibilidades de que 2023 sea el año más caluroso hasta la fecha. Otros sugieren que hay más bien una probabilidad del 80 %. Y creemos que 2024 será incluso más cálido”.

Las olas de calor también estarían incidiendo en los océanos provocando fenómenos meteorológicos extremos y lluvias torrenciales en las zonas costeras.

Razón por la cual se han registrado inundaciones, avalanchas, desbordamientos y otros sucesos en gran parte del mundo.

Los gases con efecto invernadero también estarían afectando la vida marina con el cambio de la fisiología y alimentación de sus animales.

¿Qué es el efecto invernadero?

Los gases de efecto invernadero (GEI) son un grupo de gases presentes en la atmósfera terrestre que tienen la capacidad de atrapar el calor del sol y mantenerlo cerca de la superficie de la Tierra.

Estos gases son el dióxido de carbono -CO2-, el metano -CH4- y el óxido nitroso –N20-.

Los más abundantes son el CO2 presente en las actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles -petróleo, gasolina, carbón-, la deforestación y los cambios en el uso del suelo.

Y el CH4 en actividades humanas, como la agricultura, la ganadería, los vertederos y la explotación de combustibles fósiles.