Partes íntimas de los hombres se estarían encogiendo por la contaminación, según estudios científicos que se realizan hace varios años.
Estudios científicos aseguran que a raíz de la contaminación los penes humanos se estarían encogiendo, además existiría una amenaza a la especie por las afectaciones en el sistema reproductivo y la fertilidad de la mujer.
Los estudios que asocian el uso de químicos industriales en productos cotidianos con penes más pequeños, menor cantidad de espermatozoides y disfunción eréctil fueron revelados en el nuevo libro Count Down (cuenta atrás) de la doctora Shana H. Swan, destacada epidemióloga ambiental y reproductiva.
Lea también: Descubren «células zombis» que crecen en el cerebro después de morir
“Los productos químicos en nuestro medio ambiente y las prácticas de estilo de vida poco saludables en nuestro mundo moderno están alterando nuestro equilibrio hormonal, causando varios grados de estragos reproductivos”, escribió la doctora Swan.
De acuerdo a esta investigación hay una “crisis existencial global” debido a que los contaminantes están disminuyendo la calidad del semen. La epidemióloga señala principalmente la exposición a químicos como los ftalatos que se encuentran en plásticos y juguetes como los causantes de las afectaciones en la hormona endocrina.
Swan también advirtió que el libido y la satisfacción sexual de la mujer disminuyen por el uso de BPA, los parabenos y la atrazina que se encuentran comúnmente en herbicidas, pastas de dientes y productos de belleza. Incluso en el caso de las mujeres embarazadas, si tienen contacto con estas sustancias, podrían afectar las células germinales de sus hijos que de igual forma cuando crezca estará expuesto a estos químicos.
Le puede interesar: Pensaban que una paciente tenía tuberculosis, pero encontraron un condón en sus pulmones
La epidemióloga agrega que actualmente en el mundo una mujer de veintitantos es menos fértil que su abuela a los 35. En ese sentido un hombre también podría tener la mitad de espermatozoides de su abuelo, según el estudio.
Para mitigar estos riesgos la experta sugiere retomar hábitos de vida más saludables como consumir productos orgánicos y evitar comer en establecimientos púbicos, ya que los guantes utilizados por los trabajadores en restaurantes transmiten los ftalatos a la comida.
La doctora sostiene que se debe hacer todo lo posible para salvaguardar la fertilidad ya que son el destino de la humanidad y el planeta los que están en riesgo. Anteriores investigaciones concluyeron que la contaminación también causaba daños en los penes de osos polares y nutrias.