Inició la ‘cacería’ de inmigrantes en Estados Unidos por orden de Donald Trump. Miles de familias sufren ya las despiadadas medidas.
Una serie de políticas migratorias que intensifican las deportaciones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos tiene ya víctimas de toda Latinoamérica, luego de que Donald Trump asumiera su segundo mandato.
Una de las acciones más destacadas es la promulgación de la Ley Laken Riley, aprobada por el Congreso de mayoría republicana. Esta legislación permite la detención y deportación de inmigrantes indocumentados acusados de ciertos delitos, sin necesidad de una condena judicial.
La ley lleva el nombre de una estudiante que fue asesinada por un inmigrante, y refleja la postura de la administración Trump hacia una política de deportaciones masivas. Se estima que su implementación podría costar alrededor de 26.900 millones de dólares en su primer año.
Mientras que algunos demócratas progresistas critican la falta de financiamiento y la posible violación de derechos procesales, otros demócratas de distritos más moderados han apoyado la ley, influenciados por una retórica de mano dura contra la inmigración.
Las nuevas medidas de Trump incluyen límites estrictos a la inmigración, deportaciones masivas e incluso la negación del derecho de ciudadanía por nacimiento, lo que ha generado ansiedad e incertidumbre entre los inmigrantes de diferentes países, radicados algunos hace décadas en el país norteamericano.
A pesar de que expertos legales cuestionan la constitucionalidad de estas órdenes, la comunidad se está preparando para lo peor, y toman precauciones ante posibles deportaciones enfatizando la importancia de conocer sus derechos legales.
Acciones de Trump por encima de la ley y de los derechos de humanos de los inmigrantes
En los primeros días de su segundo mandato, Trump firmó numerosas órdenes ejecutivas relacionadas con la inmigración, lo que provocó desafíos legales inmediatos. Una de las órdenes más notables, titulada «Protegiendo el Significado y Valor de la Ciudadanía Estadounidense», buscaba poner fin al derecho de ciudadanía por nacimiento. Esta medida fue rápidamente bloqueada por un juez federal, quien la calificó de «claramente inconstitucional».
Las órdenes de Trump redefinen la migración como una «invasión», por lo que otorga amplios poderes para acciones militares y medidas de aplicación en las fronteras y el interior de Estados Unidos.
Otra de las acciones controvertidas es la participación militar en la seguridad fronteriza, que marca una clara diferencia de las prácticas de la administración de Joe Biden, quien se caracterizó por humanizar la frontera y permitir a los inmigrantes presentar documentación para validar o no su ingreso a los Estados Unidos.
Trump además reinstauró medidas como la política de «Permanecer en México» y canceló el programa de refugiados de Estados Unidos, dejando a familias enteras en situaciones desesperadas.
Estas acciones reflejan un enfoque de aplicación más estricto, con deportaciones masivas y arrestos aleatorios ahora inminentes. A pesar de los enredos legales, la administración de Trump está impulsando su agresiva agenda de inmigración.
Ampliación de planes de deportación
La Casa Blanca decidió ampliar los planes de deportación para incluir a 1,4 millones de residentes con permiso temporal otorgados durante el mandato de Joe Biden.
Una reciente redada en Newark, Nueva Jersey, realizada por agentes del ICE (Servicio de Inmigración de USA), resultó en varias detenciones, incluyendo a ciudadanos con residencia legal y un veterano del ejército estadounidense.
Entre los planeados para la deportación se encuentran migrantes beneficiarios de los programas CBP One (Una app creada por la administración Biden centrada en migrantes) y parole, que permitían la entrada temporal para solicitar asilo y huir de países como Cuba, Nicaragua, Venezuela y Haití.
Líderes demócratas como el alcalde de Newark, denunciaron el trato inhumano a los detenidos, sin embargo las autoridades continúan con las redadas incluso en escuelas e iglesias, así como las deportaciones, centradas en individuos con antecedentes penales, en medio de reacciones y críticas de diversos sectores.
Aumentan vuelos con migrantes deportados
La Casa Blanca anunció el despegue de los primeros vuelos con migrantes deportados bajo la administración de Trump.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, aseguró que aquellos que entren ilegalmente a Estados Unidos enfrentarán consecuencias, y compartió imágenes de los traslados en la red social X (anteriormente Twitter).
Más de medio millar de migrantes en situación irregular han sido detenidos, y se anticipa una operación de deportación masiva que afectará a cientos de personas. La administración no ha especificado los destinos de estos vuelos.
Además el presidente estadounidense declaró la emergencia en la frontera con México en una de sus primeras órdenes ejecutivas.
Varios sectores políticos en Estados Unidos rechazan la arremetida contra los inmigrantes
Las controvertidas políticas implementadas por Donald Trump antes de cumplir su primera semana de mandato, han generado reacciones diversas en el ámbito político y social de los Estados Unidos.
Representantes hispanos en el Congreso denuncian y califican la arremetida como «cruel» y «dañina» para los migrantes y el país.
En rueda de prensa, el líder político Adriano Espaillat, junto con otros legisladores, prometieron luchar contra las órdenes ejecutivas de Trump que incluyen la militarización de la frontera, redadas en iglesias y escuelas, y deportaciones masivas.
Los legisladores destacaron el impacto negativo que estas políticas tendrían en la economía y la seguridad de las comunidades migrantes. Criticaron también el decreto de Trump que busca eliminar la ciudadanía por nacimiento y las medidas contra los «dreamers» (Jóvenes no nacidos en Estados Unidos, pero criados allí) y beneficiarios de programas migratorios como el TPS (Estatus de Protección Temporal).