Dimayor censura a hinchada del Deportes Quindío y alcahuetea a Hernando Ángel reprimiendo cualquier protesta en contra.
Como si no fuera suficiente con la humillación de tener un equipo como el Deportes Quindío que no compite con dignidad desde hace más de una década, ahora los hinchas y hasta los periodistas sufren la censura y la represión por parte de la Dimayor, ente rector del fútbol profesional colombiano.
Los últimos hechos en el estadio Centenario de Armenia confirman que actualmente no solo la hinchada está privada de alegrías por cuenta del rendimiento deportivo del equipo, que viene en decadencia desde que Hernando Ángel es el presidente y máximo accionista del club, sino que tampoco se pueden quejar ni manifestarse para reclamar un onceno digno de representar el territorio.
La Dimayor nuevamente reprimió la protesta pacífica en la tribuna norte del ‘Jardín de América’, la tarde de este miércoles 30 de octubre durante el juego que el ‘Milagroso’ perdió 0-3 ante Llaneros en la primera fecha de los cuadrangulares del Torneo de la B.
“11 años en la B con ganancias de la A. Dimayor cómplice”; estas fueron las palabras escritas en una pancarta por los barristas de la Artillería Verde Sur -AVS- a quienes el Undemo (antiguo Esmad) ya había sacado corriendo de la tribuna oriental hace dos partidos ante Boca Juniors por mostrar el mismo trapo cargado de inconformismo.
Otra represión y censura a la hinchada del Deportes Quindío
Otra vez a Ángel y la Dimayor les molestó que esta pancarta estuviera exhibiéndose en el desarrollo de un compromiso transmitido por Win Sports a nivel nacional, por lo que nuevamente querían evitar a toda costa que se visibilizara la indignación de la hinchada cafetera que está cansada de maltratos y ninguneos.
Precisamente para este último partido el alcalde de Armenia, James Padilla García, prácticamente le tuvo que rogar a la dirigencia para que abriera las puertas del escenario a los hinchas, pues la orden era jugar este cotejo a puerta cerrada, así silenciaban cualquier señal de manifestación que tanto les incomoda.
No obstante, el mandatario municipal logró darle las garantías de seguridad al directivo vallecaucano que terminó cediendo, pero aun así los hinchas que hicieron presencia alzaron su voz contra Ángel que también acudió al estadio.
Debido a la protesta el árbitro detuvo el juego por unos minutos y algunos futbolistas en cabeza del portero y capitán del Quindío, Ramiro Sánchez, tuvieron que ir a hablar con los líderes de la AVS para que guardaran el trapo.
Si bien el partido continuó, el hecho no pasó inadvertido, así como tampoco puede pasar de agache el manejo mediocre que le están dando a una institución que es campeona del fútbol colombiano (1956) y que ahora parece servir de caja menor a un dirigente que poco le importa el sentimiento y el orgullo de ser quindiano.
La prensa también habría sido censurada en el estadio Centenario
Sin embargo, los único molestos y perjudicados en esta ocasión no fueron los hinchas, sino también los periodistas de las diferentes cadenas de radio que emiten desde las cabinas del estadio Centenario.
Algunos afectados como el comentarista Mauricio Echeverry se quejaron por las restricciones absurdas de la Dimayor para con la prensa deportiva.
El periodista indicó que funcionarios de esta entidad irrumpieron en su cabina de La Cariñosa de RCN Radio Quindío y le cortaron una entrevista en vivo con el alcalde de la capital quindiana. Además a otro colega que vino desde Villavicencio lo sacaron de la cabina por iniciar una transmisión por redes sociales.
Ante estos atropellos Echeverry decidió no volver al estadio por lo que resta de 2024. Y así como ‘Mao’, varios periodistas, incluidos quienes integran la casa periodística de 180grados.digital decidieron abstenerse del cubrimiento al Deportes Quindío en materia deportiva.
Todo esto como consecuencia del maltrato y la sinvergüenzada de Hernando Ángel, aupado por una Dimayor que no vela por el desarrollo competitivo de sus equipos afiliados, ni por el espectáculo que atrae masivamente a los hinchas, sino que únicamente está preocupada por los intereses económicos y la imagen de sus dirigentes, pasando por encima de los verdaderos protagonistas del fútbol colombiano.