Montenegro lleva ya 2 semanas sin agua porque estropearon la Planta de Tratamiento de Agua Potable -Ptap- en fallida obra de ‘dizque’ optimización.
Desesperados los montenegrinos llevan dos semanas padeciendo de la falta de agua, que solo llega de vez en cuando a las madrugadas, lo que obliga a que los ciudadanos no puedan dormir tranquilamente y deban estar pendientes a diario de cuando algo del líquido gotee por sus grifos para llenar tanques y baldes.
La suspensión del suministro de agua en estas dos semanas, y en general en los últimos meses desde que inició la temporada de lluvias, no son los canales de conducción como la acequia y los acueductos por gravedad, si no la destrucción de la Planta de Tratamiendo de Agua Potable -Ptap- en medio de una obra de supuesta optimización con recursos del Plan Departamental de Aguas -PDA- de la gobernación del Quindío.
La optimización que inició a mediados de 2021, fue muy cacareada tanto por la gobernación como por el alcalde Daniel Mauricio Restrepo, y se suponía que la obra se entregaría en febrero de 2022. Sin embargo más de un año y medio después de que se supone debían entragarla, la obra es un desastre.
Desastre porque tiene a los montenegrinos sin agua, ya que cada vez que llueve el río se vuelve turbio y a los operarios de la Planta no les queda de otra que impedir el ingreso del agua a los tanques, pues no hay como limpiar la turbiedad. El agua no se puede potabilizar en las condiciones en las que hoy se encuentra la Ptap, y por eso Montenegro no puede tener servicio.
Desastre porque ha tenido no solo retrasos, si no sobre costos de más de 1.000 millones de pesos, lo que representa más del 50% del valor inicial. Y según expresan fuentes oficiales, el contratista que ha incumplido una y otra vez, ya no cuenta siquiera con los recursos financieros para terminarla.
Montenegrinos se reunirán este 11 de noviembre para iniciar acciones ciudadanas por lo que está sucediendo
La situación en Montenegro es preocupante. Los tanques de reserva de hogares y negocios no dan abasto y la economía, el diario vivir y la salud de los pobladores de este municipio están en grave riesgo por la falta de agua.
Es así como un grupo de ciudadanos ha convocado una reunión para este sábado 11 de noviembre, a partir de las 3 de la tarde en el parque Café Plaza, antiguo hospital, para iniciar acciones ciudadanas contra lo que está sucediendo.
Se pretende por fin crear una veeduría ciudadana frente al acueducto y alcantarillado, e iniciar protestas pacíficas por la situación.
Todos los montenegrinos están invitados a esta reunión pública de vital importancia para el municipio.
Defensoría del Pueblo llevará la situación ante la Procuraduría, Fiscalía y Contraloría
El pasado sábado 4 de noviembre estuvieron reunidos en la Ptap varios miembros de Empresas Públicas del Quindío -EPQ-, del PDA de la gobernación del Quindío, de la alcaldía de Montenegro y el Defensor del Pueblo en el Quindío.
En la reunión se determinó que a partir de ese sábado, en 10 días, el contratista debía adecuar algunos temas hidráulicos, que permitirían que 2 de los 3 tanques puedan empezar a circular agua, con lo cual se solucionaría un poco el problema de suministro a los montenegrinos.
Sin embargo esta no es la solución definitiva, pues se necesita de la planta en óptimas condiciones para que Montenegro no tenga que seguir padeciendo de sed.
Si en 10 días, es decir, antes del 17 de noviembre, no se ha solucionado el aspecto hidráulico por parte del contratista, el Defensor del Pueblo llevará la situación ante el comité de moralización, que está compuesto por las denominadas ÍAS, es decir, las Procuraduría, la Fiscalía y la Contraloría.
Serán estas entidades las que entren a juzgar y sancionar a los culpables de que el municipio de Montenegro no tenga agua, aun siendo bordeado por un abundante río como es el Roble y varias quebradas.
Finalmente en esta reunión el contratista dejó como plazo de entrega de la obra el próximo 31 de diciembre, fecha que la mayoría de expertos consultados pone en duda, pues como ya se dijo, no hay ni la plata ni el tiempo para terminar lo que se destruyó.
Y valga la pena señalar que incluso la obra se ha visto frenada por protestas de los trabajadores, a quienes en varias ocasiones el contratista ha incumplido con los pagos.