El municipio de Salento se quedó sin hospital. Cerraron el San Vicente de Paul que atiende a la población y a los turistas que llegan a la localidad.
El cierre ‘temporal’ según las autoridades de salud del Quindío, de los servicios de urgencias y consulta externa del hospital San Vicente de Paul de Salento, se dio luego de que la secretaría de Salud del departamento recibiera quejas ciudadanas, institucionales y de concejales de la localidad, por lo cual se ordenó la visita del grupo de Inspección, Vigilancia y Control que encontró falencias en el establecimiento con relación a su personal, disponibilidad de insumos y, en general, la prestación de servicios.
Por ahora el hospital presenta solo servicio de ambulancia y como plan de contingencia inmediato, se activó la prestación de servicios en salud, con apoyo de los municipios vecinos como Filandia y Circasia, y por parte de las EPS para atender eventuales necesidades que se lleguen a presentar durante las próximas horas en Salento.
Este jueves 21 de abril se realizará una reunión con el objeto de definir la implementación de un plan de mejoramiento y atención a partir de la búsqueda conjunta de soluciones a la situación.
Desde la administración departamental señalaron que desde 2020 ha realizado giros al hospital por alrededor de 900 millones de pesos, con los que han buscado que el hospital permanezca abierto.
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El cierre se dio tras sentida protesta de los salentinos
Vale la pena recordar que este miércoles 20 de abril se registró una protesta para llamar la atención sobre el abandono en que se encuentra el centro asistencial.
Los salentinos salieron a exigir mejores condiciones para el lugar que está abandonado gerencialmente, con serias fallas de infraestructura y con limitaciones en la prestación de sus servicios de salud como el de urgencias que no funciona en las noches por falta de personal de enfermería.
Los empleados llevan 2 meses sin pago y tampoco cuentan con papeles para impresoras ni una lavadora para la ropa de camas y pacientes. Incluso llevan 5 meses sin que los residuos hospitalarios sean recogidos, lo que representa un riesgo de salubridad.
Desde el hospital no se estaban ya haciendo remisiones porque ni siquiera cuentan con un auxiliar de enfermería para trasladar pacientes en ambulancia. Los funcionarios carecen de herramientas elementales como el tensiómetro para toma de signos vitales.
Por estas razones la comunidad realizó una marcha por las calles de la localidad la mañana de este miércoles 20 de abril. Con carteles en mano pidiendo la pronta intervención del centro hospitalario por parte de las entidades gubernamentales, los ciudadanos se manifestaron pacíficamente.
Tras la manifestación se llevó a cabo una mesa de diálogo entre la ciudadanía y la alcaldía de Salento en cabeza de la alcaldesa Beatriz Díaz Salazar para buscarle soluciones a la problemática. Luego de la reunión llegó la notificación del cierre del lugar por parte de la secretaría de Salud departamental.