En grave riesgo está la vida de niños, profesores y vecinos de escuela La Soledad en Montenegro por muro a punto de colapsar.
9 años llevan los estudiantes, padres de familia, profesores y vecinos de la escuela Nuestra Señora La Soledad en Montenegro, esperando que algún gobernador o alcalde de turno les ayude a solucionar la grave problemática que amenaza con cobrarse decenas de vidas en el municipio.
En 2014 las directivas del plantel, perteneciente a la Institución Educativa Los Fundadores, notaron que el patio donde los niños practicaban deportes, se estaba hundiendo.
De inmediato dieron parte a las autoridades administrativas del municipio y del departamento, y recibieron reiteradas visitas en las que se corroboró el daño en la estructura. Lamentablemente casi 9 años después las visitas no han producido ninguna solución y hoy los niños corren cada vez más riesgo.
El patio, donde se encuentra ubicada una cancha polideportiva, está asentado sobre un relleno, que según las visitas que han hecho diferentes ingenieros, quedó mal hecho, pues no cuenta con sistemas de desagüe, lo que ha conllevado a que el agua se lleve la tierra y la estructura amenace con colapsar.
El relleno está sostenido por gaviones de hasta 6 metros de altura, que ya empezaron a ceder y que han desprendido grandes piedras y rocas sobre una vía que da acceso a viviendas del barrio Turbay, que se ven ya en peligro casi inminente de que en cualquier momento el muro se les venga encima.
Las viviendas, que no están a más de dos metros de distancia, están habitadas por varias familias que han denunciado la situación en reiteradas ocasiones sin que hasta el momento hayan sido atendidas.
Vea en video imágenes de la preocupante situación:
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Hace 4 años la situación fue denunciada por 180grados.digital
En el año 2019 el por entonces coordinador de la sede educativa, profesor José Antonio Toro Méndez, decidió cerrar el patio con cintas, impidiendo que los 400 niños que estudian en esta escuela pudieran jugar o practicar deporte en este lugar, con el fin de prevenir una posible emergencia.
La situación fue informada a través de 180grados.digital en un artículo que puede leer haciendo clic aquí.
Desde entonces docentes y padres de familia han lamentado la decisión, pues a raíz de ella los niños cuentan solo con un patio pequeño para el recreo, en el cual no pueden siquiera jugar, por sus reducidad dimensiones, además de que está ubicado al lado de los salones, con lo que el bullicio propio de los menores de edad perturbaría las clases de quienes sigan en sus salones.
Derechos de los niños como el de divertirse, hacer deporte y recibir clases de educación física, se han visto completamente afectados por esta problemática.
Este es el estado de las lozas del patio donde los niños no pueden jugar ni hacer deportes hace ya 4 años:
Las respuestas de alcaldías y gobernaciones pasadas y actual
La respuesta a la reiterada petición de los padres y profesores para que se intervenga la estructura ha sido siempre la misma en los últimos 9 años por parte de la alcaldía municipal de Montenegro y la gobernación del Quindío: «No hay recursos».
Desde la administración municipal anterior, en cabeza de Álvaro Hernández 2016-2019, indicaron que no se cuenta con el presupuesto para hacer mejoras a la escuela, pues estas tendrían un costo muy alto.
Al respecto el secretario de Planeación de la época, Humberto Pidrahita, dijo que: «A pesar de no contar con los recursos, sí se insistió en múltiples ocasiones con oficios y gestiones ante la gobernación del Quindío, para que se asignaran recursos a la solución del problema. Lamentablemente desde el gobierno departamental del cura Carlos Eduardo Osorio no se recibió respuesta positiva».
En la actual gobernación de Roberto Jairo Jaramillo y la alcaldía de Daniel Mauricio Restrepo, tampoco ha habido avance alguno al respecto, aunque la comunidad señala que el alcalde sí los visitó hace meses y les prometió ayudarlos. Sin embargo hasta el momento parece que se le olvidó el problema.
Para los padres de familia y los profesores la realidad es que no hay ningún interés por arreglar la problemática, pues si no hay recursos, estos se podrían gestionar ante entes nacionales o incluso con la empresa privada. «Están esperando que ocurra una catástrofe para meterle mano a la situación», dicen.
Los padres desesperados incluso han realizado videos en los que muestran la magnitud del problema, los cuales han sido divulgados hasta por medios de comunicación nacionales, pero siguen sin ser escuchados.