22 policías adscritos a la estación de Belén en Medellín recibían pagos mensuales de hasta $25 millones por parte de cabecillas de bandas delincuenciales a cambio de permitirles actos ilícitos, según el reporte de la Fiscalía.
De acuerdo al ente acusador los subintendentes y patrulleros que recibían las cuantiosas sumas de dinero, no tomaban acciones en contra de integrantes de 13 redes delincuenciales que entre otros delitos, traficaban droga en la zona.
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Entre las pruebas de las autoridades, se encuentra el ingreso de policías sin orden judicial a varias residencias en las que incluso se habrían encontrado estupefacientes y armas, que se presumen, habrían sido devueltas a los delincuentes a cambio del pago.
Los hallazgos se realizaron después de 15 meses de investigación de inteligencia en los que se evidenció que los miembros de la fuerza pública de esa estación no cumplían su función a cabalidad, según lo expresado por el general Eliécer Camacho, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá.
16 de los 22 detenidos fueron enviados a prisión, mientras otros 6 tienen detención domiciliaria. Los uniformados fueron imputados por los delitos de concierto para delinquir agravado, cohecho propio, concusión, cohecho por dar y ofrecer, prevaricato por omisión, tráfico de estupefacientes y porte de arma de fuego para defensa personal y uso privativo.
Esa institución ha e rato pero mucho rato que debió dejar de existir