De acuerdo con el anuncio del Comité de Cafeteros, se necesitan 7.200 recolectores de café en el Quindío para cosecha.
Este sábado se lanzó desde el municipio de Córdoba el Plan Cosecha de este primer semestre del año en el Quindío, que necesitará 7.200 recolectores de café a partir de este mes de abril.
El Plan Cosecha que incluye una estrategia de seguridad en las zona rurales se adelantará en los municipios de Calarcá, Pijao, Córdoba, Buenavista, Génova y Salento.
El Comité de Cafeteros del Quindío destacó que esta cosecha representará el 52% de la producción cafetera del departamento en 2024. José Martín Vásquez Arenas, director ejecutivo de la entidad, expresó su compromiso con la seguridad de los caficultores y recolectores, destacando la importancia de la actividad cafetera en la región.
Los interesados pueden acercarse a los Comités Municipales de Cafeteros, Alcaldías y Cooperativas de Caficultores, para integrarse al personal que se encargará de recolectar el café. «Se garantiza buena caficultura productiva, buena alimentación y buena paga», sostuvo Vásquez Arenas.
La presentación del Plan Cosecha además contó con la presencia del Gobernador del Quindío, Juan Miguel Galvis Bedoya; el alcalde del municipio cordillerano, Guillermo Andrés Valencia además de la Policía y el Ejército Nacional, entidades que trabajarán articuladamente para ofrecer las garantías de seguridad y logística.
Semanas atrás la coronel Yurian Jeannette Romero Murte, comandante regional del Eje Cafetero de la Policía Nacional, enfatizó en la participación activa de la policía en el Plan Cosecha para reforzar la seguridad rural y fortalecer la alianza con los caficultores.
En el Municipio de Montenegro Quindío, se requiere de rehabilitar la Plaza de Mercado que otrora época reunía cada semana a los campesinos y, que luego de trabajar los seis días de la semana, buscaban allí como traer sus productos para ser vendidos, aparte de buscar los alimentos, un buen desayuno, un buen almuerzo y así salir tranquilos para sus casas luego de comprar insumos para el sustento de sus familias. Las familias, los inquilinos, que trasegamos allí en años anteriores, añoramos el buen vivir, la sana convivencia, y las ganas que en el sector y su periferia se desarrollaba; hoy sólo encontramos un antro (palabra que nunca quise utilizar, pues me parece lo más deplorable), además del factor económico que allí se desplegaba. Queda la inquietud para la nueva clase dirigente que ha llegado a gobernarnos, quedando ellos encargados de recuperar las buenas costumbres, y la buena convivencia que requieren estos sectores. Cordial saludo.