«La UniQuindío participa en saqueo de fondos públicos con excusas de combatir cambio climático»: Denuncia columnista Émerson Castaño.
El columnista Émerson Castaño ha publicado una serie de artículos a través del portal elquindiano.com, en los que denuncia varias irregularidades en la contratación de una fundación denominada Cuenca, por parte de la Corporación Autónoma Regional del Quindío -CRQ- y la gobernación del Quindío en el periodo de Roberto Jairo Jaramillo.
Citando los contratos, el columnista, en una serie denominada «LA COP19: Corrupción desde el piso 19«, señala que con la excusa de combatir el cambio climático se ha propiciado «el saqueo de millonarios recursos públicos, y en estos saqueos ha participado incluso la Universidad del Quindío.
Las denuncias de Émerson contra la Uniquindío
Dentro de lo que señala Émerson Castaño en las mencionadas columnas de opinión encontramos:
«La Universidad del Quindío: cómplice en la sombra»: «…la Universidad del Quindío, que aceptó administrar parte de los recursos destinados al proyecto de “cambio climático”. Bajo el pretexto de “reactivar un instrumento de prevención por eventos naturales para productos agrícolas”, se suscribió el convenio interadministrativo 014 del 2020, con un presupuesto de $3.817 millones 212.283. Lo que desde afuera parecía un proyecto innovador resultó ser, en realidad, una ejecución nefasta.
La Contraloría General de la Nación encontró irregularidades en el contrato (convenio interadministrativo 014), cuyas evidencias demuestran que el presupuesto asignado se lo gastaron en funcionamiento. El modo en que fue escrito el hallazgo se interpreta que se trató de corrupción: “… Lo anterior reafirma debilidades en materia de planeación puesto que se contrató servicios profesionales especializados para realizar gestiones definidas pero lo que se logró fue que cada uno realizaba labores administrativas y secretarias sin enfoque alguno, además, de que asistieran de manera dispersa e independiente a reuniones con la comunidad… (Informe de Auditoria Caso No. CAT_1967_2022_1).
La operación contractual corrupta se inició en la administración del señor José Fernando Echeverry Murillo. Rectoría que, junto con su fiel coequipero y enlace político, Luis Fernando Polania, incurrió en graves delitos. Este último debería renunciar, pues conocía los oscuros manejos validados con el discurso de cambio climático.
El modus operandi consistía en contratar empresas afines para justificar el uso de recursos. Una de estas fue TELSOCOMM COLOMBIA S.A.S., que, desde 2022, figuró como proveedor recurrente. El 14 de julio de ese año, la universidad firmó con TELSOCOMM un contrato por $43.999.092 para la “compra de equipos de monitoreo meteorológico con protocolo LoRaWAN”. Dicha compra se hizo en razón al acuerdo de asociación ERASMUS+CBHE NO. 4385 de 2020.»
¿La Universidad del Quindío implicada en entramado de corrupción?
Según Émerson Castaño, «lo que hizo la universidad del Quindío fue contratar personal sin asignarles funciones claras para alcanzar los objetivos establecidos. La corrupta administración de entonces se creía intocable porque tenía el respaldo político, lo que les autorizaba a hacer lo que se les viniera en gana con la universidad.
Sin embargo, los administrativos, tanto de la universidad como los de la gobernación del Quindío, sabían que las cosas no estaban saliendo bien y que necesitan remediar cuanto antes los errores cometidos en la ejecución del proyecto de cambio climático. El Secretario de Agricultura de la gobernación del nefasto Roberto Jairo, estaba preocupado —o fingía estarlo —, porque el día 25 de julio de 2022, envió una carta al rector de la Universidad del Quindío, José Fernando Echeverry Murillo, solicitando la siguiente información:
“En atención a la petición recibida mediante correo electrónico el día 22 de julio de 2022, la cual tiene relación con la ejecución del convenio interadministrativo 014 de 2020, suscrito entre el departamento del Quindío y la Universidad del Quindío, amablemente solicito le informe lo avances de la compra de las estaciones climáticas…”.
Entre los años 2015 y 2024, la universidad del Quindío ha estado atrapaba por la clase politiquera del departamento. Los rectores han acatado las directrices del gobernador de turno. En una rectoría en particular (tema para ampliarlo en otro artículo), el titular se ha dedicado a perseguir a funcionarios administrativos que no han obedecido sus caprichos. La fiscalía no investiga lo que debería, los docentes se acomodan a lo que hay, y el movimiento estudiantil parece vivir en otro mundo. ¿Cómo es posible que se permita que se roben la universidad y que todo siga como si no hubiese pasado nada?
A pesar de esto, la Contraloría General de la Nación, el pasado 3 de octubre, emitió el auto 002 “Por medio del cual se decreta el embargo de un bien inmueble Proceso de Responsabilidad Fiscal (PRF-801112-2023-4317). El daño causado asciende a $180 millones 869.668,00, dineros que corresponden al fracasado proyecto de cambio climático. En dicho proceso se incluyen otros presuntos responsables.
La contraloría está cumpliendo con su labor. Ahora le corresponde a la fiscalía General de la Nación actuar con prontitud. Este ente tiene en su poder una denuncia por el manejo irregular que se le dio al proyecto de cambio climático.
Encuentre todos los documentos aportados por Émerson Castaño en:
elquindiano.com/noticia/220899/la-cop19-corrupcion-desde-el-piso-19-ii/
elquindiano.com/noticia/221461/la-cop19-corrupcion-desde-el-piso-19-iii/
Caiga quien caiga es la orden, aunque la Fiscalía está ocupada en otros menesteres, la ciudadanía, los medios alternativos, los docentes y los estudiantes tienen la palabra