Microsoft compró más de 30 mil hectáreas de la selva amazónica ¿Cuáles son sus reales intenciones?

La multinacional tecnológica Microsoft compró más de 30 mil hectáreas de la selva amazónica ¿Cuáles son sus reales intenciones?

El terrible impacto de la actividad humana en las últimas décadas sobre la selva del Amazonas, ha provocado que se pierdan más de 54 millones de hectáreas de bosque, a causa de incendios, deforestación y el cambio climático.

Tras este desalentador panorama surge la noticia sin precedentes, en la que se conoció que la multinacional tecnológica Microsoft, adquirió más de 30 mil hectáreas de esta zona, con la promesa de reforestar y combatir la contaminación provocada por la creciente demanda de energía de la inteligencia artificial.

La compra se concretó a través de un convenio con la empresa brasileña re.green, especializada en proyectos de reforestación. La primera etapa de esta iniciativa comenzó en mayo de 2024 con la recuperación de 15.500 hectáreas, pero el acuerdo se amplió en 2025 con la compra de otras 17 mil 500, elevando el total a más de 33 mil hectáreas por una inversión de 200 millones de dólares.

Microsoft quiere proteger el planeta o adueñarse de recursos necesarios para la operación de sus IA

Microsoft justifica la compra de parte del Amazonas con la justificación de combatir la huella de carbono que genera el entrenamiento de sus modelos de inteligencia artificial, cuyo consumo energético es alarmante y se estima que para 2026, superará los 1.000 TWh (Un billón de vatios-hora) anuales, lo que equivale al gasto energético de un país desarrollado como Japón en un año.

La IA además necesita grandes cantidades de agua para enfriar sus servidores y mantener en funcionamiento los centros de datos.

Es por ello que se especula en las intenciones reales de Microsoft frente a su presencia en el Amazonas, el mayor pulmón verde del planeta y un importante reservorio de agua dulce. ¿Su objetivo es aportar a la protección del medio ambiente o es asegurar recursos estratégicos para sus operaciones?.

Estados Unidos, Donald Trump y su política de dominación global

La compra de parte del Amazonas por la compañía estadounidense se produce en medio de las tensiones generadas por la administración de Donald Trump que ha arremetido en su postura de influenciar sobre los recursos económicos y naturales de otros países, como en el caso del Canal de Panamá y la ya iniciada batalla por Groenlandia.

Vale la pena señalar que el Amazonas aporta recursos naturales críticos para la subsistencia humana, especialmente en un momento donde la competencia global por el control del agua y las reservas de carbono se intensifica.

Depredación disfrazada de ecologismo

Microsoft no es la única multinacional en el mundo que viene apropiándose de grandes extensiones de tierra para, supuestamente, compensar su impacto ambiental.

Esto se ha convertido en un modelo de negocio en el que se adquieren hectáreas, para presuntamente mitigar las toneladas de emisiones de carbono que producen las empresas y así «equilibrar» el daño al planeta.

El modelo es ampliamente cuestionado por ambientalistas, quienes lo ven como un lavado de imagen disfrazado de ecologismo. Y es que el problema de fondo sigue siendo el mismo: las corporaciones continúan aumentando su consumo de recursos naturales sin límites claros, y mientras compensan su huella de carbono en el Amazonas, la IA sigue exigiendo cantidades cada vez más descomunales de energía en otros puntos del mundo.

El Amazonas en manos de las multinacionales

Expertos se preguntan si esta compra es solo el principio de un control más profundo de Estados Unidos sobre la selva amazónica.

¿Es este un paso hacia la privatización de los recursos naturales por parte de las grandes tecnológicas y Estados Unidos?

Universidad Alexander von Humboldt, parte del jurado que elegirá la nueva marca ciudad de Leticia, Amazonas

Miembro de la Universidad Alexander von Humboldt, parte del jurado que elegirá la nueva marca ciudad de Leticia, Amazonas.

Al sur del país, más exactamente en la Amazonía colombiana, la Dirección de Turismo Municipal de Leticia, capital del departamento del Amazonas, está realizando el concurso de creación del logotipo de marca ciudad, que se encuentra en su fase final, de la cual hace parte el área de Comunicaciones de la Universidad Alexander von Humboldt de Armenia.

Juan David Jiménez Rivillas, Coordinador de Comunicaciones de la Humboldt, es uno de los cinco jurados de talla nacional que tomarán la decisión de elegir el ganador y, por lo tanto, elegir la que será la marca ciudad de dicha municipalidad.

El concurso, que se viene realizando desde el mes de julio, cuenta con la participación de decenas de diseñadores, ilustradores y artistas de la región amazónica que ahora esperan ser acreedores del premio, el cual será en efectivo.

“Queremos agradecer a todos los participantes por su increíble talento y creatividad. Ahora, el proceso está en manos de un selecto grupo de jurados, expertos en diseño y branding, quienes tendrán la tarea de elegir el logotipo ganador que representará nuestra ciudad con orgullo”, explicó la organización del concurso.

Sequía récord en el Amazonas podría indicar punto de no retorno para esta selva y el mundo

Actual sequía récord en el Amazonas podría indicar punto de no retorno frente a desastre climático para esta selva y para el mundo.

La actual sequía en la cuenca del río Amazonas no es la primera ni la última provocada por el Fenómeno del Niño, sin embargo esta vez se están rompiendo todos los récords, situación que preocupa a la comunidad científica.

De acuerdo con National Oceanic and Atmospheric Administration -NOAA- de los Estados Unidos, en su web climate.gov, el calentamiento global causado por el hombre jugó un papel significativamente mayor que El Niño en la intensificación de la sequía amazónica de 2023.

Si no se hubiera presentado el calentamiento global causado por los seres humanos, el déficit de lluvias en el Amazonas apenas sería de la mitad del acontecido ahora, y las temperaturas no se hubieran amplificado como en el último año.

La sequía excepcional es hoy la peor registrada en la historia del Amazonas desde que se monitorea su clima, lo que ha afectado tanto la fauna y la flora de la selva más extensa e importante del mundo, además de comunidades y asentamientos humanos que se han visto obligados a racionar el agua para subsistir.

Y es que el calentamiento global observado hasta la fecha, con un aumento aproximado de 1,2 ˚Celsius por encima del promedio de la época preindustrial, parece seguir subiendo y de cara al futuro se cree que las emisiones de gases de efecto invernadero causarían un aumento de 2 ˚C.

Estas elevadas temperaturas causarían que la aparición de sequías como la actual se incremente 10 veces. Por ejemplo antes de la era preindustrial se veían sequías severas, parecidas a la actual, cada 100 años, ahora podrían aparecer cada 10 años o incluso menos.

La deforestación de la selva una de las principales causas de la grave situación en el Amazonas

sequía Amazonas
A la izquierda la deforestación en 2000 y a la derecha la deforestación a 2023.
El ritmo acelerado de depredación de bosques conlleva a que la situación empiece a no tener retorno.

El intervalo tan corto entre graves sequías conllevaría a que la selva en pocos años se convierta en una sabana, lo que sería una catástrofe inmensa para la vida en todo el planeta.

Y es que se debe enfatizar en que por lo menos la mitad de la lluvia que cae sobre la cuenca del Amazonas es humedad reciclada que los propios árboles inhalan del suelo y devuelven a la atmósfera.

Es así como la deforestación y los incendios degradan el bosque y hacen que la capacidad del Amazonas para producir lluvias se debilite.

De esta manera las temporadas secas se prolongan y agudizan, mientras el agua superficial disminuye. Los árboles viejos mueren ante las sequías y los jóvenes no logran reemplazarlos.

Expertos afirman que para detener el desastre se debe seguir en la lucha por reducir las reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo, además no basta con frenar la deforestación en el Amazonas, sino también reforestar áreas despejadas y degradadas sobre todo en el sur y oriente de la selva, en territorio brasileño, que es el más afectado.