La Superintendencia de Salud, la entidad que debía vigilar las actuaciones en el hospital La Misericordia, antes de que se presentará la grave crisis en este centro asistencial, ahora si le pone el ojo al tema, cuando el desastre está ya hecho.
54 hallazgos habrían encontrado los funcionarios de la SuperSalud. Irregularidades de tipo fiscal, administrativo y financiero que de haber sido alertadas a tiempo, podrían haber contribuido a que el segundo hospital más importante del Quindío no se sumiera en el descalabro en el que se encuentra.
Peor aun es que a pesar de los hallazgos, la Superintendencia no tomó ninguna decisión sobre la apertura del hospital o el cambio de su administración. Con lo cual parece que La Misericordia no tuviera dolientes.
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Los hallazgos encontrados en el hospital La Misericordia de Calarcá
Entre los más importantes se encuentran la tercerización laboral a través de la empresa de servicios temporales Soluciones Efectivas SAS, a lo que se suma que las contrataciones se han hecho sin contar con estudios técnicos que demuestren la necesidad del funcionario a contratar, pues ni siquiera se cuenta con un manual de contratación.
El gerente Bernardo Gutiérrez Montoya ha hecho contrataciones y compra de insumos con total desorden e irresponsabilidad, incurriendo en ineficiencia en la utilización de los recursos financieros y falta de austeridad del gasto.
Otro hallazgo importante es el de los atrasos en los pagos de salarios, que se adhiere al hecho de que el hospital no cuenta con la debida supervisión para revisar que los contratistas cumplan a cabalidad sus funciones, ni se suscribieron pólizas de cumplimiento exigidas por la ley.
Por si fuera poco la ineptitud en la administración del hospital llega a tal límite, que no hay verificación de que los contratistas se encuentren debidamente acreditados para el ejercicio de su profesión, es decir que cualquiera podría pedir trabajo como enfermero o médico y nadie verifica si realmente es graduado en esta área de la salud.
Los contratos tampoco son archivados debidamente y en general el desorden en todos los aspectos fue evidenciado ampliamente por la Superintendencia.
En la crisis del Covid se compraron insumos por encima de su valor y se dejaron vencer algunos de ellos. Esto se hizo con un préstamo que agrava la crisis y que denota el detrimento patrimonial al que incurre la administración del hospital.
En cuanto a los cobros de las deudas que EPS y otras entidades tienen con el hospital, se evidenció que la gestión al respecto es completamente deficiente, pues del total que debieron cobrar en 2020, solo hicieron 26% de los cobros, eso sin contar con el hecho de que la facturación de pagos recibidos no coincide con lo que presentaron a la SuperSalud.
Otro hallazgo está en la Junta Directiva que está incompleta desde 2016, pues ni siquiera hay representante de los usuarios, y por si fuera poco en el reciente robo que dejó parte del hospital y la morgue sin servicios, debió cobrarse la póliza correspondiente, pero el gerente Bernardo Gutiérrez no lo ha hecho.
Es tal el desorden que la misma SuperIntendencia califica la ineptitud del gerente Bernardo con la frase: El Gerente no desempeña las funciones propias de su cargo, al no garantizar la eficiencia, competitividad y propender por la eficiente utilización del recurso financiero, como ordenador del gasto.
Los hallazgos siguen y siguen hasta el punto de demostrar que la atención de urgencias es pésima, pues pacientes de Triage II no son atendidos antes de 30 minutos, lo que representa grave riesgo de muerte para los mismos. Esto se suma a que los pacientes y personal del lugar corren riesgos por malas prácticas en temas como esterilización, manejo de residuos hospitalarios, prevención de riesgos laborales, etc.
En general las instalaciones, los equipos biomédicos y demás elementos necesarios para el correcto funcionamiento del centro asistencial, se encuentran descuidados y no hay inventarios ni documentos que garanticen su correcta utilización y señalen las necesidades que se tengan.
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Hallazgos que corresponden a otras entidades
Vale la pena resaltar que en el informe la SuperSalud señaló: La secretaria Departamental de Salud del Quindío, Nueva EPS, Servicio Occidental de Salud y Sura EPS realiza devoluciones injustificadas a la ESE Hospital la Misericordia, constituyéndose una práctica indebida por parte de las Entidad Responsable de pago.
EPS Asmet Salud, Medimas EPS y nueva EPS presentan contratos vencidos con más de un año sin ser liquidados.
Por último se demostró que en el tema del plan de vacunación Covid 19 no hay metas presupuestales, no se garantizó la capacitación de los equipos vacunadores, se incumplieron las medidas de bioseguridad y no se garantizó la calibración y/o mantenimientos preventivos de equipos.
Yo opino cómo calarqueño q el hospital lo tienen q volver a abrir, lógicamente con el segundo nivel para él cuál fue creado y lo más pronto posible.como representante del Comité prodedefenza del hospital la misericordia muchas gracias.