Las candidatas de la versión No. 40 del Reinado Nacional del Café aseguraron que el certamen está en decadencia. Vea por qué.
Parece que el Reinado Nacional del Café que se celebra cada año en el marco de las fiestas aniversarios de Calarcá, Quindío perdió su encanto.
Al menos eso lo aseguraron 14 de las 16 participantes del certamen de belleza que calificaron la organización como decepcionante por parte de la Corporación Cívica Fiesta Nacional del Café.
A través de las redes sociales las señoritas Quindío, Meta, Antioquia, Nariño, Córdoba, Sucre, Risaralda, Valle y Cundinamarca manifestaron su inconformidad con el incumplimiento de varios compromisos que tenía la organización.
Entre las irregularidades confesadas se habló de favoritismos, falta de seguridad en eventos público/privados y discriminación.
Maria Camila Caro Zuluaga, anfitriona de las fiestas por representar al territorio quindiano, manifestó sentirse avergonzada e irrespetada durante el concurso.
“Como anfitriona si es indignante diferentes situaciones que se presentaron. Considero que los quindianos nos caracterizamos por ser alegres, amables, diligentes, respetuosos, pero en esta parte la organización falló porque demostraron ser personas indiferentes y poco empáticas con las candidatas” inició.
Para la señorita Cundinamarca, Maria Alejandra Jaramillo, la versión número 40 del Reinado Nacional del Café fue el peor de los concursos en los que ha estado.
La organización, el trato, la indiferencia quedaron marcadas en las representantes de los diferentes departamentos del país.
“No hay una respuesta cordial, ni justa ni para tratar ni nada, era lo que ellos querían y de malas. Entonces para ser un reinado tan importante se ha deteriorado mucho.”, agregó Jaramillo.
Falta de compromisos y responsabilidades
Una de las molestias generalizadas expuestas por las participantes del reinado fue la falta de personal para diferentes actividades del certamen.
La Señorita Sucre, Diana Salgado, contó que la Corporación Cívica Fiesta Nacional del Café había prometido maquilladores y estilistas profesionales para las candidatas, pero estos nunca aparecieron.
Adicional a esto a Maria Camila Caro, la Señorita Quindío, le exigieron que prestara a su maquillador profesional a quien ella había contratado y pagado con dinero propio para que se encargara de las demás aspirantes sin reconocerle nada a cambio.
“Yo por qué tengo que financiar algo de los cuales ellos son responsables de esos gastos y más cuando es en un reglamento que dice, en una ficha de inscripción donde dice que la corporación se hará a cargo de los maquilladores y estilistas profesionales.”, enfatizó.
Las chaperonas quienes acompañan 24/7 a las aspirantes y quienes cumplen el papel de asistentes para lo que necesiten no ejecutaron su papel a cabalidad.
Algunas candidatas manifestaron sentirse enfermas durante los días del reinado y a quienes les correspondía atenderlas, al menos para conseguir un medicamento, no lo hicieron.
Cabe aclarar que las mismas participantes del reinado no podían salir del hotel o del salón social en el que se encontraban por reglamento, razón por la cual no podían valerse por sus propios medios.
Problemas en la logística
En la noche de coronación la infraestructura y la logística de la tarima fue riesgosa para las candidatas.
No hubo hidratación, se fue la luz en dos ocasiones y la superficie de la tarima tenía irregularidades que podían hacer tropezar a las participantes.
“La tarima tenia algunas se les recomendó se les pido el favor de que graparan la tela que tenían encima en la tarima para tener más estabilidad y la respuesta fue no puedo, no soy el encargado. Son respuestas indiferentes.” Manifestó la señorita Quindío.
Exposición de la integridad
Las candidatas también informaron que se sintieron expuestas y vulneradas en algunos eventos público/privados.
Según la Señorita Risaralda, Daniela Rendón Ospina, para acceder a estos eventos las personas debían pagar. En medio de ellos debían bailar con los asistentes los cuales en su mayoría se encontraban en estado de embriaguez.
Esto se vio reflejado al término de una de las actividades que para salir del establecimiento vieron cómo muchas personas las buscaba sin medir distanciamiento.
“A la hora de salir no había seguridad (…) todas las personas nos acorralaron, había personas drogadas y borrachas encima de nosotras.” Aseguró la señorita Risaralda.
Discriminación y favoritismo
La Señorita Quindío explicó que una de las razones por las cuales cinco días antes de iniciar el certamen nacional decidió renunciar fue por discriminación.
A la aspirante al título de Reina Nacional del Café le exigían tener una estatura de 1.75 para poder continuar, criterio que no cumplía por naturaleza.
Al parecer para la Corporación Cívica del Reinado Nacional del Café primaba los atributos físicos y no intelectuales de las candidatas.
Según Maria Camila Caro y las demás aspirantes inconformes, quienes llegaron al TOP 3 del certamen no tenían conocimientos sobre el café, producto insigne que representa este evento.
“Faltaba un jurado que se enfocara en el café y no en las preferencias que tenía la organización. Yo en la entrevista noté que el jurado no sabía qué preguntar.” Agregó Camila.
Ante las múltiples quejas 180 grados digital consultó a Alberto Monroy, presidente de la Corporación Cívica Reinado Nacional del Café, pero no obtuvo respuesta.
Las mujeres que hicieron parte de esta versión esperan que no se repitan las irregularidades o que no dejen morir el tradicional certamen que resalta la importancia del café en la economía y cultura del país.
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Ese tipo de concursos de belleza deben acabarse de una vez por todas, al igual que los festejos en casetas y tarimas, todo eso esta en decadencia y solo deja basura, excrementos en las calles, robos y heridos, deberian ser inclinados hacia la cultura, los deportes y la gastronomia.
Y sinceramente la corona hera para la señorita Quindío contaba con todo lo bueno de un talento cultura y fisico divino para q se hubiera quedado con la cora q falta de responsabilidad en el jurado el quindio quedó muy aburrido con esa dedición