Tulio Noriega de 78 años de edad murió en una camilla de la IPS Bienestar en Barranquilla después de que un celador con arma en mano le negara el ingreso a la clínica debido a que el centro asistencial no tenía más disponibilidad.
El hombre había sido trasladado desde su casa en ambulancia desde la pasada noche del domingo, cuando presentó una deficiencia respiratoria.
Lea también: Arrancó agendamiento de vacunas Covid para mayores de 65 años
«Lo trasladamos casi por toda Barranquilla y en ninguna clínica lo aceptaban porque no tenían bala de oxígeno, pero tampoco le daban los primeros auxilios. En últimas nos fuimos para la clínica de la Nueva EPS y el vigilante era el que estaba decidiendo quién entraba y quién no. A mi abuelo le estaba dando un paro respiratorio en la puerta de la clínica y la EPS no se movía», relató Dalin Noriega, nieta del paciente.
A pesar de que a don Tulio lograron ingresarlo, solo hasta la mañana siguiente obtuvo una bala de oxígeno a la cual lo conectaron, pero su estado desmejoró y antes de que obtuviera una cama falleció.
«A mi abuelo me lo tuvieron toda la noche sin una bala de oxígeno, su saturación llegó a 55 (lo normal es por encima de 95), y él solito luchó y luchó hasta que subió a 75. Después le pusieron oxígeno, pero lo tenían en una camilla esperando una cama, me decían que ya la orden de remisión estaba y nunca lo movieron» sostuvo Dalin.
El drama que sufrió la familia Noriega es el reflejo la crítica situación que atraviesa la red hospitalaria en el departamento de Atlántico, ya que solo hay un 13% de disponibilidad en camas de Unidades de Cuidados Intensivos -UCI-. Entretanto la disponibilidad en Barranquilla es del 7%.
Con información de Blu Radio.
Las EPS de este país son las mayores genocidas que hay después de la guerrilla o hasta creo que van empatados, no lo atienden a uno y si necesita un medicamento se muere primero antes de que llegue, dan verguenza.