Dolor por muerte de niño de 7 años en el barrio Gaitán de Armenia este jueves. Autoridades investigan si se trató de un suicidio.
Consternación en la sociedad quindiana por la dolorosa muerte de un niño de tan solo 7 años de edad identificado como Dilan.
El trágico suceso se registró en la vivienda en la que vivía en el barrio Gaitán Bajo de la capital quindiana, la tarde de este jueves 20 de marzo.
El hecho es materia de investigación por parte de las autoridades, aunque preliminarmente una de las hipótesis que se maneja es que el infante presuntamente se quitó la vida, una situación que ha generado conmoción en la comunidad.
Debido a esta tragedia el alcalde de la ciudad, James Padilla García, se pronunció lamentando lo sucedido e indicó que la administración municipal hace acompañamiento a la familia del niño con su equipo psicosocial a través de la secretaría de Desarrollo Social y Salud.
«Como padre y como alcalde no dejo de pensar en esta noticia que nos tiene sobrecogidos», expresó con tristeza el mandatario.
Suicidio en niños aunque menos común hay que estar alerta
Vale la pena mencionar que el suicidio en niños es una problemática alarmante y compleja que requiere atención urgente. Aunque es menos común que en adolescentes y adultos, los casos en menores han ido en aumento, reflejando una combinación de factores psicológicos, sociales y familiares.
Causas principales:
- Trastornos de salud mental: condiciones como la depresión, la ansiedad y los trastornos del estado de ánimo pueden llevar a los niños a experimentar sentimientos de desesperanza.
- Bullying y ciberacoso: el acoso escolar y en línea afecta gravemente la autoestima y la salud emocional de los menores.
- Problemas familiares: ambientes conflictivos, negligencia o abuso físico y emocional son factores de alto riesgo.
- Presión académica: las expectativas desmedidas pueden generar estrés severo en los niños.
- Falta de apoyo emocional: La ausencia de redes de apoyo puede hacer que los menores se sientan aislados y sin salida.
Cómo prevenir estos casos
Fomentar la comunicación abierta, escuchar a los niños sin juzgarlos y validar sus emociones es clave. De igual forma se pueden identificar señales de alerta en los cambios drásticos en el comportamiento, aislamiento social o expresiones de desesperanza que deben tomarse en serio.
Por esta razón es necesario promover entornos seguros tanto en el hogar como en la escuela, es fundamental crear espacios donde los niños se sientan protegidos y valorados.
En ese sentido se puede acudir al apoyo profesional de psicólogos y terapeutas especializados que pueden intervenir a tiempo para prevenir tragedias.
Desde casa también se puede enseñar a los niños a manejar sus emociones y a buscar ayuda cuando la necesiten. Abordar este tema requiere un esfuerzo conjunto de familias, escuelas y comunidades.