Una oscura situación es la que atraviesa el hospital La Misericordia de Calarcá, donde se presentó una masacre laboral este miércoles 1 de julio, reduciendo no solo la planta de personal, sino también servicios tan esenciales como los de especialización y el centro de salud de Balcones.
Entre los funcionarios que fueron echados del centro asistencial se encuentran especialistas, auxiliares de odontología, de enfermería y hasta personal de mantenimiento.
En contexto: Despidieron a miembro del sindicato que protestaba en Hospital La Misericordia de Calarcá
Una de las razones de los despidos, según denunciaron varios funcionarios, es la posible retaliación por las protestas presentadas en lo últimos días, a razón de la falta de pago de salarios en los últimos 3 meses.
Mientras las deudas de los empleados se acumulaban, el hospital no les pagaba, y en respuesta a su justa petición de pago decidieron despedirlos. Tanto el gerente del centro asistencial Bernardo Gutiérrez Montoya, como la empresa de contratación temporal Soluciones Efectivas, tendrían responsabilidad en los masivos despidos.
“En este país no se puede hablar, no se puede exigir los derechos, porque esas son las consecuencias”, denunció Yanid Suárez, ante el medio radial Transmisora Quindío. La funcionaria era auxiliar de laboratorio contratada por la temporal y recientemente fue despedida.
Hospital en riesgo de caer del segundo nivel al primer nivel
Varios de los servicios que hacen del hospital La Misericordia, un centro asistencial de segundo nivel, están a punto de cerrar o ya fueron cerrados.
Las EPS tienen una deuda de más de 11 mil millones con el centro médico, el segundo más importante del departamento del Quindío.
Según señalan denunciantes de la crítica situación, la politiquería ha causado estragos en el lugar, pues tal parece que las directivas del centro no son de grupos políticos afines a los del gobernador del Quindío, por lo que este último no estaría esforzándose como es su deber, para salvar a este importante hospital.
El gerente de La Misericordia, Bernardo Gutiérrez Montoya, hasta el momento no se ha pronunciado al respecto, como tampoco lo ha hecho el gobernador del Quindío, Roberto Jairo Jaramillo, quien es una de las autoridades responsables de afrontar la crisis.
Cambian mandatarios y siguen la corrupción
Roberto jairo……qué decepción, no sé cómo es capaz de dormir tan tranquilo, con el alma tan sucia y contaminada, olvidó quien lo subió?