En Loanda, Angola, fue asesinado el sacerdote colombiano Manuel Ubaldo Jáuregui Vega, de 36 años, quien había llegado a África en 2016. El cura era parte de los Misioneros de Yarumal.
El fatal suceso se registró el fin de semana pasado cuando el cura colombiano protagonizó un accidente de tránsito en el que chocó a un motociclista, quien en un hecho de intolerancia agredió a Manuel cuando éste se bajo del vehículo a revisar qué le había pasado
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“Terminaba una reunión de trabajo, iba a parquear el carro para comer algo y golpeó una moto que estaba parqueada en el lugar. Parece que no fue nada grave, pero el dueño de la moto reaccionó con unas personas y no sabemos la reacción de él, pero nos dicen que se abalanzaron contra él y le propinaron varias cuchilladas”, indicó Hernán Pinilla, director de comunicaciones de los Misioneros de Yarumal a Noticias Caracol.
El cura cucuteño fue trasladado a un centro médico, pero debido a la gravedad de sus heridas perdió la vida. “Siempre fue una buena persona. Vivió para servir a la comunidad y nos duele su partida, más en estas condiciones. No sabemos qué va a pasar ahora y necesitamos la ayuda del Gobierno para poder traerlo”, manifestó Luz Marina Vega, madre de crianza del cura.
Se pudo conocer que la Cancillería de Colombia informó que la repatriación del cuerpo costaría cerca de 50 millones de pesos, proceso que sería complejo por las condiciones actuales de pandemia. Es decir que los despojos mortales del misionero podrían quedarse en Angola como ya ha sucedido con otros curas que murieron en accidentes de tránsito o por paludismo en África.