El proyecto que prohíbe el castigo físico contra los niños, quedó a punto de convertirse en ley de la República tras ser aprobado en último debate en el Senado.
La senadora del Centro Democrático, Paloma Valencia, ponente de la iniciativa, afirmó que la medida es pedagógica y no se busca que haya sanciones punitivas o de cárcel para los padres que castiguen a los menores. «No hay efectos sobre la patria potestad de aquel que castigue físicamente a un niño», afirmó.
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Según lo aprobado, las personas que castiguen físicamente a sus hijos deberán acudir a escuelas para padres u otros programas pedagógicos impulsados por el Gobierno Nacional, en los cuales aprenderán sobre nuevas herramientas que les permitan corregir a sus hijos sin necesidad de utilizar los golpes.
La iniciativa obtuvo el respaldo de las mayorías en el Congreso de la República, que consideran que la disciplina y la enseñanza de un niño no puede traer consigo la violencia, pues los golpes no solo lesionan físicamente a los menores, sino que dejan huellas en la autoestima.
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“Los estudios internacionales y académicos sobre la materia demuestran que que una palmada lesiona la autoestima de los niños y ese dicho sobre que una palmada no le hace daño a nadie, no es cierto, una palmada genera inseguridad, problemas de autoestima y rompe las relaciones de confianza entre los padres y los hijos, que son fundamentales para avanzar en la educación”, manifestó la senadora uribista.
Los opositores al proyecto han manifestado que es inconstitucional porque genera una indebida intromisión del Estado en la crianza de los hijos, además alegan que es una propuesta viciada porque se aprobó como una ley ordinaria cuando se trataba de una ley estatutaria.
