El que era considerado el mayor cazador furtivo de rinocerontes de Sudáfrica, Sydney Petros Mabuza, fue asesinado a tiros el pasado 17 de junio, mientras estaba en su carro en un parqueadero de la ciudad de Hazyview, en la provincia sudafricana Mpumalanga.
El ataque quedó registrado en la cámara de seguridad del lugar y las imágenes fueron compartidas en redes sociales.
17/06/2021 #SouthAfrica#Assassinate
Alleged rhino poaching kingpin ‘Mr Big’ shot and killed in Hazyview
He was allegedly shot in Hazyview earlier today and reportedly died on his way to Kiaat Hospital in Mbombela this afternoon. pic.twitter.com/ddzDekWtPJ— RIOT & ATTACK info South Africa (@RiotAndAttackSA) June 17, 2021
El vehículo de Mabuza, de color naranja y que se ve a la sombra de un árbol en el video, fue impactado por 17 proyectiles. Los sicarios, que se movilizaban en un auto que en las imágenes se ve detenerse junto al automotor de Mabuza, huyeron del sitio.
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El cazador, también conocido como ‘Mshengu’ o ‘Mr. Big’, falleció mientras era trasladado a un hospital de la zona.
El crimen, que se registró a plena luz del día, es investigado por las autoridades, que han pedido a la comunidad informar cualquier aspecto que pueda contribuir en la búsqueda de los asesinos.
La víctima había sido arrestada en 2018 por caza furtiva de rinocerontes. Sin embargo, salió bajo fianza tiempo después y volvió a cometer el delito.
“Mabuza tenía en nómina a muchos magistrados y policías y no me cabe duda de que el juicio habría sido saboteado. No hay voluntad política en Sudáfrica para salvar al rinoceronte, pero hoy se ha hecho justicia en la calle”, aseguró Joseph para el medio ‘TimesLive’.
De acuerdo con el medio ‘DW’, Sudáfrica es el país con la mayor colonia de rinocerontes en el mundo, con alrededor de 20 mil ejemplares en su territorio. Sin embargo es la zona donde más se presenta la caza furtiva de estos animales. Solo en 2020, se cazaron 394 rinocerontes, una cifra baja en comparación a años anteriores (en 2019, la cifra fue de 594), pero que sigue siendo motivo de preocupación para las autoridades.
Los furtivos buscan los cuernos de las criaturas y las venden, sobre todo en mercados asiáticos, en los que se les atribuye propiedades curativas y afrodisíacas. En el mercado negro, el cuerno alcanza valores de entre 60 mil y 80 mil dólares por kilo.
