El recordado cabo Ávila, quien hasta hace pocos años era miembro del Ejército Nacional y que es recordado como héroe tras haber perdido sus piernas en 2015 cuando pisó una mina antipersonal en un parque infantil del municipio de Concepción, Norte de Santander, ahora es condenado por asesinato.
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Edward Orlando Ávila Ramírez, y su padre, Wilson Orlando Ávila, fueron sentenciados a 16 años y 33 años de cárcel, respectivamente, por un homicidio cometido el 25 de mayo de 2007 en la vereda Hojas Anchas de Circasia, donde perdió la vida el señor José Nazario Guachetá Rivera, de 35 años, producto de varios disparos en la cara y la cabeza.
Los Ávila fueron capturados en marzo de 2019 y desde entonces se han sido protagonistas de un proceso judicial en el que ahora se les dicta sentencia por los delitos de homicidio agravado y fabricación, tráfico o porte ilegal de armas de fuego.
El cabo, que fue ascendido a sargento tras ser víctima de la mina, había denunciado en noviembre de 2018 que el ejército ya no le brindaba ayuda. Según él, el Ejército Nacional le había comunicado que ya no pertenecía a la institución, por lo que desde ese momento no recibiría más sueldo ni atención médica.
Ávila sirvió por más de 10 años a las Fuerzas Militares, a las que ingresó por falta de recursos económicos tras dejar sus estudios en medicina que cursaba en la Universidad del Quindío.
Ante aquella denuncia el Ejército envió un comunicado con el que buscaban aclarar la situación y en el que explicaron que el suboficial tomó la decisión voluntariamente de pedir el retiro del servicio activo de la Fuerza y se explicaron las razones por las que el exmilitar aun no recibía algunos reconocimientos económicos.
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El homicidio por el que los condenaron
La Fiscalía General de la Nación aportó el testimonio contundente del sicario José Quintero Marín, alias ‘Mao’, que disparó contra José Nazario Guachetá Rivera, en el proceso contra los Ávila.
El criminal asegura que el cabo Ávila y su padre fueron cómplice y determinador, respectivamente, para el homicidio contra el ciudadano, ocurrido hacia las 6:30 de la mañana del 25 de mayo de 2007, a unos 300 metros del puente Niágara en la vereda Hojas Anchas de Circasia, cuando la víctima se dirigía a trabajar en la finca El Naranjal.
El sicario, que está condenado y que perteneció al Grupo Delincuencial Organizado, ‘La Línea de la Muerte’, señaló bajo la gravedad de juramento, que los familiares lo contrataron y le indicaron la ruta diaria del agricultor para asesinarlo.
De acuerdo con la Fiscalía, todo se generó por una riña entre Wilson Orlando Ávila, entre el padre del exmilitar, y la víctima. Al parecer esta última habría agredido con un machete a Wilson Orlando, lo que le ocasionó una lesión en el ojo izquierdo y la pérdida de la visión por ese mismo ojo.
La riña había tenido lugar el 7 de octubre de 2006 entre la víctima y otra persona, en contra del victimario Ávila. Desde entonces se habría empezado a planear el homicidio entre Wilson Orlando y su hijo, quienes contrataron luego al sicario alias ‘Mao’, por una suma de 500 mil pesos antes de cometer el crimen, y otra monto de dinero tras consumarlo.
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La Fiscalía logró demostrar que el exsargento Edward Orlando Ávila Ramírez fue quien le mostró al asesino el sitio donde debía cometer el crimen, una carretera solitaria por donde la víctima pasaba cada mañana en bicicleta, rumbó a su lugar de trabajo.
La defensa de los hoy condenados indicó que presentarán recurso de apelación.
