La plaga ivasora de Caracol Africano llegó al Quindío desde 2013, y en principio solo se evidenció en los municipios más grandes, como Armenia, Calarcá, Montenegro, Quimbaya y La Tebaida. Ahora ya se ha reportado en las 12 localidades.
El incremento en el número de individuos de esta peligrosa especia, considerada como una de las más dañinas en el mundo, avanza a pesar de las acciones de los organismos ambientales y de salud para controlarlo.
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Según reportes de la Corporación Autónoma Regional del Quindío -CRQ-, en 2013 se recolectaron 3.9 toneladas de esta especie, en 2019 el total fue de 10 toneladas, y en lo que va de 2021 son ya más de 5 toneladas recolectadas de este molusco.
El aumento de caracoles se ha evidenciado con mayor fuerza en el sector rural, donde el animal ha atacado varios cultivos como café y plátano. La plaga enferma las plantas y ya empieza a generar pérdidas a los campesinos.
Vale la pena recordar a la población, que en caso de encontrar este tipo de animales, debe reportarlas a la entidad de salud de su municipio o a la CRQ, pues no se deben manipular, ya que pueden generar graves enfermedades en quienes los toquen, tales como la meningitis, la encefalitis y la angiostrongiliasis ocular.