Se acabó la especulación; el Partido Liberal entrego el aval para gobernación del Quindío a Atilano Giraldo.
En una decisión que va en contravía de las lealtades políticas por tiempo y proceso, el Partido Liberal colombiano dio el aval para aspirar a la gobernación del Quindío al precandidato Atilano Giraldo, excongresista que aterrizó desde Cambio Radical donde no contó con respaldo.
La noticia cayó como un baldado de agua fría para los otros 3 aspirantes que desde hace semanas buscaban la unción del colectivo, especialmente para el actual diputado Jorge Hernán Gutiérrez quien lleva más de 3 periodos en la Asamblea departamental representando ese partido.
Para el presidente de la colectividad, César Gaviria no fue suficiente el tiempo de antigüedad y la disciplina y lealtad de partido, pues al final terminó entregando el aval a un hombre que representa la más rancia forma de hacer política en el Quindío, y que brilló por su ausencia en el Congreso donde estuvo por 3 periodos como Representante a la Cámara por el Quindío, ganó el deshonroso premio del rey del ausentismo.
Los otros que se quedaron esperando el respaldo rojo fueron Juan Miguel Galvis Bedoya y Jaime Andrés Pérez Cotrino, ambos exfuncionarios de la gobernación de Roberto Jairo Jaramillo y que tampoco han sido Liberales leales.
El gobernador y su despecho
Hasta hace pocas semanas se quiso vender mucho la idea desde la campaña de Juan Miguel Galvis, que él era el aspirante con más opciones para recibir el aval por su cercanía al actual gobernador Roberto Jairo Jaramillo, pues fue su secretario de Infraestructura.
Incluso hubo difusión de fotos del precandidato junto a César Gaviria y el hijo del mandatario departamental, Pablo Jaramillo.
Sin embargo la entrega del aval a Atilano Giraldo, evidenció que nunca estuvo tan sólido como se quiso hacer creer.
Por su parte quienes recibieron un duro golpe fueron los de la casa Jaramillo del gobernador Roberto Jairo y su hijo Pablo, quien en una ‘pataleta de ahogado’ manifestaron que con esta decisión se apartan de la politiquería y los vicios de las maquinarias.
«La Casa Jaramillo renuncia al tradicionalismo y se aparta de las viejas formas de hacer política. Será una campaña diferente, en contra del establecimiento, de los partidos y de los viejos clanes políticos», sostuvo el joven Pablo, olvidando que hasta hace días estuvieron en la puja para que Galvis recibiera el apoyo Liberal y fuera su candidato a gobernación.
Queda entonces la pregunta si acaso Jaramillo hijo reconoció que hasta el anuncio del aval estuvieron haciendo politiquería, mezclados con los clanes políticos tradicionales atornillados al poder que obedecen más a intereses que a convicciones de territorio como demostró la elección de Atilano Giraldo por parte de los liberales, un partido del cual se beneficiaron por muchos años los Jaramillo.
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