Preocupación en Acodres por crisis en los restaurantes que podría llegar a un ‘canibalismo gastronómico’. Piden medidas.
Durante el 2023 el sector gastronómico en el país ha tenido una caída en ventas del 24%, al igual que en visitas a restaurantes del 11%.
El aumento en los precios de los productos ha golpeado duramente los bolsillos de los colombianos que ya no prefieren invertir en un buen restaurante.
El retorno del impoconsumo más la inflación en los alimentos ha hecho que los establecimientos gastronómicos tengan que cambiar hasta 6 veces los precios de sus cartas.
Aún con lo anterior, el aumento no refleja la realidad de los sobrecostos que están pagando los empresarios que es de un 30%.
“El restaurante para no perder clientes se esfuerza en no subir precios, lo han hecho solo hasta el 12% y eso no compensa la inversión real”, explicó Guillermo Gómez, director Acodres Nacional.
La propuesta para el Gobierno Nacional es que retome la exención del impuesto por impoconsumo y del IVA. Una medida que en plena pandemia ayudó a los empresarios de sector a mantenerse ante las bajas ventas para ese entonces.
Sin embargo, el Gobierno Nacional parece no interesarse de momento por la situación que atraviesa el sector gastronómico del país.
Sumado a lo anterior, la informalidad también está pasando factura al gremio de las preparaciones con la competencia desleal.
Según Gómez, más del 82% de los establecimientos gastronómicos son informales, “mientras que el formal debe responder por impuestos, nómina, arriendos y seguridad social; el informal no lo hace, esto le permite vender productos más baratos a comparación de un formal.”
Lo anterior enciende las alarmas por un posible canibalismo gastronómico, una competencia desmedida y desleal que manipula precios y promociones para arrebatarse clientes.
Por el momento, el sector más golpeado es el de las comidas rápidas. En agosto de este año 28 restaurantes decidieron cerrar de los cuales 13 pertenecían a esta especialidad de las comidas.
Acodres lo que debe de hacer es concertar y controlar los precios que están cobrando los establecimientos por sus productos.
Como puede ser que cobren $30.000 pesos por un sancocho d gallina, $12.000 pesos por una arepa rellena o una Choripapa.
Están desbordados en el tema de la sobrevaloracion de las comidas en general, además de la baja calidad en algunas materias primas.
Entonces amplíen la perspectiva de la situación.
Esto es lo que realmente nos está desanimando y alejando de la gran mayoría de los establecimientos de comidas en la región.
No es que sea fácil hablar de los demás, se sabe que es difícil pero la gran mayoría de los empresarios, inversionistas ven a el Quindio como una mina de oro basados en que es uno de los principales destinos turísticos, y abren negocios de altura en los cuales pocas personas tienen la forma de pagar productos tan sobrevalorados, por eso la disminución en asistentes, porque prácticamente son para turistas y habitantes de altos estratos socio-económicos.