Una grave crisis de salud atraviesa el departamento del Quindío por culpa de las EPS que no pagan oportunamente los servicios prestados a sus usuarios, situación que ha ocasionado déficit presupuestal en la red de atención pública, así lo evidenció en su visita a la región el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo.
Un reflejo de esta problemática fue el cierre que sufrió durante varias semanas el hospital La Misericordia de Calarcá, el segundo centro asistencial más importante del departamento que afectó la atención de más de 100 mil personas. Vale la pena mencionar que en este caso puntual las EPS le deben cerca de 11 mil millones de pesos.
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“Durante esta visita encontré un panorama muy critico y desolador por cuenta de la falta de pago de las EPS, es inadmisible que por temas de carácter operativo, administrativo y financiero los quindianos no reciban la atención oportuna y de calidad poniendo en riesgo su vida”, señaló Camargo tras escuchar a los trabajadores de salud de La Misericordia y algunos ciudadanos.
En ese sentido el funcionario del ministerio Público le pidió a las EPS que paguen de manera urgente las deudas que han adquirido con la red pública y privada, además le solicitó a los hospitales que apliquen «planes de austeridad y cobros de cartera, para evitar cierre de servicios o cierre total de la atención en salud».
Actualmente el Hospital La Misericordia tuvo que ser intervenido por la Superintendencia Nacional de Salud que tomó posesión de sus bienes y negocios, y removió del cargo al gerente Bernardo Gutiérrez Montoya después de los 54 hallazgos de irregularidades en su gerencia.
El déficit que tiene el centro asistencial es de 7.108 millones de pesos en los primeros 6 meses de 2021. Sin embargo, esta historia podría repetirse en los demás hospitales del Quindío a los cuales las EPS aun les adeuda.