Sarco es máquina de suicidio sin dolor inventada por un médico australiano que durante muchos años ha defendido el derecho a morir dignamente.
Después de presionar el botón ‘¿Desea continuar?’ el gas empieza a circular y el sujeto tarda 5 minutos en morir. Este médico trabajaba en la idea desde 1999.
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Para tener acceso a esta cápsula solo debe contar con una impresora 3D, pues los planos estarán públicos proximamente.
Su creador Philip Nitschke es un médico australiano que se conoce como ‘el Doctor Muerte’ y desde hace más de 20 años lidera en diferentes partes del mundo campañas para aprobar la eutanasia.
Según cita el portal web Strambotic, Nitschke, ha dicho: «El objetivo del aparato es que el propio enfermo pueda acabar él mismo con su vida. Se tratará de una combinación de fármacos que el propio enfermo se podrá fabricar y que los gobiernos no podrán prohibir».
¿Morir sin dolor?
Sarco pretende asegurar una muerte indolora y pacífica. Una vez en el interior de la capsula se activan los ‘protocolos’ se libera nitrógeno y «al minuto y medio te empiezas a notar desorientado, como si te hubieses tomado una copa de más. Un par de minutos después, pierdes el conocimiento. En cinco minutos, te has ido.»
El inventor también ha aclarado que hay dos botones de emergencia para quienes se arrepientan.
Nadie puede matar a nadie porque el control está al interior de la máquina. Sin embargo, no se descartan futuros suicidios fallidos, daños neurológicos causados por las fugas de nitrógeno como consecuencia del mal ensamblaje de las piezas.
