En su primer día como presidente de los Estados Unidos, Joe Biden anunció un amplio proyecto de ley de inmigración para darle ciudadanía a aproximadamente 11 millones de inmigrantes indocumentados en ese país.
El objetivo es administrar y proteger de manera responsable la frontera manteniendo familias unidas y comunidades seguras.
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La iniciativa denominada “Ley de ciudadanía de EE.UU. 2021” deberá recibir el visto bueno del congreso, esta vez dominado por lo demócratas en ambas cámaras legislativas. De llegar a aprobarse sería la mayor reforma migratoria desde 1986 cuando se legalizaron 3 millones de indocumentados en el gobierno republicano de Ronald Reagan.
De acuerdo al proyecto, los inmigrantes que no tengan antecedentes penales y paguen sus impuestos, podrán obtener un estatus legal temporal que les otorgará la opción de alcanzar el permiso de residencia también conocido como la “green card” después de 5 años.
Por su parte los menores que arriben al país de la mano de padres indocumentados podrán aspirar a una residencia legal “de inmediato” y después de 3 años obtendrán la ciudadanía. Este beneficio aplicaría para los amparados por el Estatus de Protección Temporal -TPS- que en gran parte son centroamericanos, así como los trabajadores agrícolas inmigrantes.
La ley cobijaría a los inmigrantes que hayan estado presentes físicamente en Estados Unidos el 1 de enero de 2021 o antes, esto con el fin de evitar una avalancha de inmigrantes. Además la definición para estos ya no sería “alien” (extranjero) sino la de no ciudadano.
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Sobre los deportados que hubo el 20 de enero de 2017 en la administración del saliente Donald Trump, se advirtió que podrán solicitar inclusión en esta medida por “unidad familiar y otros fines humanitarios”, siempre y cuando hayan estado mínimo 3 años en el país.
El proceso dependerá del Departamento de Seguridad Nacional -DHS-. En este puesto, Biden ha nombrado al cubano-estadounidense Alejandro Mayorkas, quien expresó en su posesión que, “se concederá la ciudadanía a los individuos que han estado en el país durante muchos años, que han contribuido a nuestras comunidades y a la prosperidad económica de la nación”.
Por su parte el senador demócrata Bob Méndez indicó que “Los últimos cuatro años han sido traumáticos para las comunidades de inmigrantes que han sufrido implacables ataques de la Administración Trump. Hoy, pasamos la página de este capítulo oscuro de nuestra historia y comenzamos el arduo trabajo de reparar el daño y reconstruir una mejor unión que refleje los valores de nuestra nación”.